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Coleccionistas de papeles

Era vieja y estaba cansada. No tenía amigos en aquella ciudad frenetica y hostil, su día a día se limitaba a sentarse a observar el mundo. Le gustaba ocultarse entre la penumbra del viejo callejón y ver el ir y venir de la ciudad, personas agobiadas y atareadas que siempre parecían tener prisa. Los observaba como cual robots corrían de un lugar a otro como si la mismísima muerte les pisara los talones. Una pequeña niña de grandes ojos y largas trenzas al salir de la escuela siempre se detenía unos instantes para verla y le ofrecía un tímido saludo con la mano, y a modo de respuesta, la anciana, le regalaba lo único que por suerte la pobreza no había logrado arrebatarle, una triste sonrisa.


Le gustaba pasear por el centro de la ciudad y observar los viejos edificios señoriales que parecían más viejos incluso, que la propia ciudad, algunos estaban tan viejos y heridos parecía casi imposible que aún tuvieran fuerzas para sostenerse en pie, igual que ella una vieja y herida dama señorial que parecía increíble que, después de todo aún tuviera un ápice de vida en su polvorienta alma para mantenerse en pie. Vivía continuamente recordando lo que el tiempo y su avaricia le habían robado, su familia, su dinero, su vida… Siempre se había quejado que no tenia tiempo para nada y sin embargo ahora mismo su existencia se basaba en ver la vida pasar, y ver impotente como el tiempo se escapaba de entre sus dedos para recordarle que todas aquellas decisiones que tomó en su día fueron erróneas y que el “si hubiera tenido más tiempo para…” le perseguiría hasta el fin de sus días.


Un día la pequeña niña se acercó a ella y le pregunto por el motivo de su triste sonrisa si poseía lo que la mayoría de los adultos de su alrededor anhelaban, todo el tiempo del mundo. La anciana acarició el joven rostro de la niña y con una voz quebrada le explicó que un día ella había tenido un buen trabajo, y muy poco tiempo para disfrutar, su espíritu competitivo y el querer ser siempre la mejor había hecho que todos sus allegados se apartaran de ella pero, tan centrada estaba en conseguir más y más que no se dio cuenta de ello hasta que fue demasiado tarde. Un día su codicia llegó a su fin, su empresa quebró y ella acabó arruinada, sin amigos, sin trabajo, sin dinero pero con todo el tiempo del mundo. La mirada de la niña se iluminó de repente y le propuso que cada día al salir de la escuela se pasaría por allí para pasar un poco de tiempo juntas, al fin y al cabo era lo que ambas buscaban la anciana le ofreció su tiempo y la niña su compañía, y así fue como la anciana recupero la ilusión de vivir y comprendió el gran error de la sociedad actual. La gente se empeña en pasarse la vida trabajando para "el día de mañana" en lugar de disfrutar de los suyos, y se están perdiendo el presente para alcanzar un futuro prometido al que quizás no vayamos a llegar jamás.


Nos hemos convertido en una sociedad consumista que únicamente vive para trabajar, en lugar de trabajar para vivir. Somos, esclavos de esos “papeles” que alguien decidió llamar dinero y convertirlo en el motor del mundo. Miles de vidas se pierden día a día en nombre del dinero, que nos ha vuelto malvados, avariciosos y egoístas. La vida se basa cada vez más en obligaciones, dejando de lado los placeres y la diversión para momentos muy puntuales y ahora, nos pasamos tanto tiempo intentando coleccionar esos “papeles” que no nos damos cuenta que se nos está escapando la vida y que quizás cuando tengamos el tiempo y el dinero para disfrutar, no tendremos con quién disfrutarlos.




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Comentarios

  1. Papeles que tienen a su merced a las sociedades por encima de lo que verdaderamente tiene valor. Buen texto reflexivo.

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    1. Muchas gracias por el comentario Xavier! Si, la verdad es que dejamos de lado las pequeñas cosas que tienen valor por el dinero, lo más triste es que cada vez vamos a peor y no tiene pinta de que vaya a cambiar la cosa...
      Saludos
      Neus

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  2. Jo crec que treballem per a viure quan cobrem prou los diners mon anem a fer una pizza aixo per a mi es viure,que te pareix a tu?

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    Respuestas
    1. Claro que si Javi, aixo esta molt be! pero hi ha gent que treballa moltes hores i casi tots els dies de la setmana i no tenen casi temps per a res...

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  3. ¡Vaya! A pesar de tu juventud veo que tienes bien amueblada la cabeza.

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    Respuestas
    1. Jajaja, muchas gracias Inefable, pero ¡¡no la tengo tan bien amueblada como pueda parecer!!, ojalá :)
      Un saludo
      Neus

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