Tras el suicidio de dos
niños de tan solo 11 años a causa del bullying han saltado todas las
alarmas. De nuevo el mundo se acuerda de los niños que día a día
son acosados, insultados y humillados por sus compañeros de clase;
compañeros con los que pasan la mayor parte del día y el único
motivo que justifique estas burlas es etiquetar a los acosados como
“diferentes”.
Es cierto que todos
tenemos tendencia a asociar lo diferente como lo que no encaja,
aunque no lo creamos todos pensamos así, de hecho el otro me
encontré con el siguiente juego:
¿Qué figura no encaja
en el grupo?
Nuestra primera impresión
nos lleva a dudar si descartar el circulo, ya que tiene el borde mas
grueso que el resto, el triangulo debido a que es de diferente color
o el pentágono por su mayor tamaño. Pues NO, la figura que no
encaja en el grupo es el cuadrado ya que no tiene ningún rasgo que
lo diferencie de los demás. Incluso yo misma también caí en la
trampa, resulta triste ¿verdad?, ¿porque no aceptamos aquello
“diferente” como algo bonito, como algo que nos hace especiales?
Con tan solo 13 años yo
misma sufrí en mis propias carnes el terror del bullying. Debido a
ciertos problemas de salud, me detectaron desviación en la columna,
cuando ya fue algo inviable decidieron operarme para mejorar mi
calidad de vida. La operación no era fácil, un mes en el hospital y
dos operaciones de más de 9 horas cada una.
Era una niña que adoraba ir al instituto y tenía un montón de amigos. Una niña feliz, recuerdo como deseaba volver al instituto y reencontrarme con ellos. Pero todo cambió, las complicadas operaciones y el corsé con hierros que tuve que llevar una buena temporada limitaron mucho todas las actividades que podía realizar y necesitaba ayuda para muchas cosas. Al principio todos se prestaban a ayudarme, pero llegó un momento en el que decidieron que no, que yo era diferente y que HACIA FEO que fuera con ellas, que daba mala imagen al grupo. A partir del mes de abril empezó el horror. Quedaban conmigo y se escondían para ver como esperaba rato y rato a que vinieran y al final me iba de nuevo a mi casa llorando, como me escondían el pie de un atril que necesitaba para poder leer los libros, recibí insultos, amenazas y vejaciones a través de Internet, incluso una vez llegaron a agredirme. Poco a poco pusieron a todo el instituto en mi contra, la gente se apartaba de mi lado como si fuera una apestada, cualquier cuchicheo me hacia sentir mal y empecé a tener miedo incluso de ir sola por la calle, tenía miedo de la gente.
Mientras escribo estas
lineas no puedo evitar que lagrimas de rabia se derramen por mis
mejillas al recordar estos hechos, pues nadie merece pasar por eso.
Muchos profesores vieron que ocurría algo, pero no hicieron nada. No
guardo rencor a estas personas, creo que no merece la pena,
simplemente en estos momentos siento indiferencia hacia ellos. No les
voy a dar la satisfacción tampoco de decir que me arruinaron la
vida, pero si me hicieron muy diferente a como era. Ahora soy mucho
menos confiada, más reservada e insegura, pero si algo bueno saqué
de todo aquel horror es que ahora valoro la verdadera amistad.
Por desgracia no creo
que ninguna ley consiga acabar con este mal los menores están
protegidos, demasiado para mi gusto. Es también tarea de padres y
profesores concienciar de lo que esta bien y lo que no, ojala algún
dia hablemos del bullying como algo del pasado, pero esto empieza por
aceptar a todo el mundo tal y como es. Señores, no rechazemos lo
diferente, cada uno tenemos un rasgo que nos diferencia de los demás
pero que nos hace especiales pues en la diversidad está la verdadera
belleza.
No busco la compasión de nadie, ya no la necesito. Este es un capitulo de mi vida que ya he cerrado. Simplemente con mi historia me gustaría ayudar a los jóvenes que están sufriendo acoso a ver que no están solos, que de todo se sale y que sobretodo pidan ayuda a sus padres, ellos nunca les fallarán; y a los padres mandarles un mensaje claro. NO SON COSAS DE NIÑOS, ACTUAD ANTES DE QUE SEA TARDE.
Gracias por compartir tu historia, la verdad es que es un tema muy serio. No voy a decirte que lo he sufrido de cerca porque no ha sido así, pero si que he tenido algún problemilla con alguna que creía que era mi amiga y me la jugó y lo pasé mal, por lo tanto no quiero imaginar cómo tiene que ser sufrir bullying. Es necesario solucionar este tema no desde el acosado ni desde el acosador, sino desde los "espectadores", que son los que de verdad pueden hacer algo desde mi punto de vista. Espero que pronto se pueda conseguir que cada vez menos personas pasen esta etapa en su vida ya que como dices provoca mucha inseguridad.
ResponderEliminarMuchos besos y pásate por mi blog si te apetece guapaa.
http://superfluoo.blogspot.com.es
Muchas gracias por tu comentario Ana!, ciertamente como dices la solución radica en los "espectadores" del acoso, padres, profesores y compañeros que catalogan las acciones como "cosas de niños" cuando en realidad no lo son. Ojalá algún dia consigan erradicar este horror. Un abrazo!!
EliminarMi comentario es... sin comentarios; sólo un abrazo.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!, pero a partir de este escrito una asociación de mi ciudad se puso en contacto conmigo y pude dar el paso definitivo, ante un público pude explicar mi historia sin derramar una sola lágrima, es entonces cuando me dí cuenta que verdaderamente había logrado superar el pasado, aprender de él y borrar todo lo malo de mi corazón.
EliminarUn abrazo
Neus