A estas alturas de la vida, ya no os escribo
para pediros regalos. Lo que ahora quiero, creo que aunque no cueste dinero,
tiene mucho más valor que el regalo más caro del mundo y, aunque este año no
haya sido del todo buena, espero merecerlo todo.

Quiero, que se fabriquen más muñecas que
armas, que las guerras, si ha de haberlas, que sean de arena de colores, que las noticias de la televisión, sean todas
buenas y que no existan las discusiones. Quiero, que todos los niños del mundo
aprendan a disfrutar de la magia de los libros, y de jugar entre las flores, y que
nosotros, aprendamos de ellos y nos dejemos contagiar de su ingenuidad y nos
dejemos de roles.
Quiero que desaparezca la avaricia, los
celos, y la maldad del mundo, que el
Karma realmente exista, y que todos nuestros buenos actos tengan su efecto
positivo, que a todas esas personas que solo desean el mal de los demás, las endulcéis
un poquito y seguro que así el mundo será mejor. Por último, y más importante
quiero que me prometáis una cosa, que
algún día, podre decir a todos esos seres queridos que se marcharon demasiado
pronto y sin avisar, todo aquello que callé mientras estaban conmigo.
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