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Plántale cara a tus miedos

Hace ya tiempo que lo siento, siento que he creado una coraza a mí alrededor, alrededor de mi corazón, para protegerme, para protegerme del mundo y de mí. Pero creo, que esa misma barrera también me está destruyendo, no me deja crecer ni disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Un paseo junto al mar, un café al calor del sol de la mañana, una sonrisa al despertar… Me encuentro siempre esperando el futuro, un futuro incierto en el que todo, supuestamente será mejor.

Porque no tendré nunca un día lo suficientemente especial para abrir esa botella de vino tan cara que guardamos en el armario, porque no soy ni de lejos la mejor en nada, ni la más bella, y ni siquiera llego a la estatura media, porque quién se va a fijar a mí con lo poca cosa que soy, y lo poco que puedo aportar, porque no tuve una adolescencia fácil… Porque a base de miedos, excusas y caídas he ido construyendo un muro a mí alrededor que cada vez me deja abrirme menos a los demás. Porque por culpa de ese muro he apartado a mucha gente de mi lado, unos malos, pero otros que sí merecían la pena. Porque ha llegado la hora de coger la maza más grande y empezar a destruirlo.

Siempre he estado mas preocupada por la felicidad de los demás que de la mia propia, por lo que he decidido “echarle ovarios a la vida”, y a partir de ahora quiero poder reír a carcajadas hasta que me duela la tripa sin ningún tipo de reparo, quiero luchar por alcanzar mis sueños aunque todos piensen que no lo voy a conseguir, quiero que la palabra imposible no exista para mí, y que el fracaso sea solo otra lección de la vida para levantarme con más fuerza, porque ese, es el único camino hacia el éxito. Porque ya no voy a conformarme con lo que tengo y voy a aspirar a algo más.

Quizás sea el miedo a lo desconocido lo que no nos deja luchar por lo que creemos. El miedo al fracaso, o al que dirán. El miedo a arriesgarlo todo a cambio de nada, o… a cambio de todo. Nos acomodamos en nuestra “zona de confort” y nos negamos a abandonarla, y eso, es lo peor que podemos hacer.

Voy a levantarme de ese sillón de “mi zona de confort” y voy a salir ahí fuera para demostrar al mundo de lo que soy capaz. Porque aunque no sea la mejor en nada merezco intentarlo y que me de absolutamente igual lo que digan los demás. Porque no voy a quedarme con la duda, saldré ahí fuera a hacer lo que quiero y luchar por lo que siento.


A veces, la vida nos tiene preparadas sorpresas que nos lo desbaratan todo. Sorpresas que el miedo puede dejar escapar, pero esta vez no, no voy a quedarme con la duda. Ya he cometido demasiados errores, ya he dejado escapar demasiadas oportunidades. Esta vez voy a derruir ese estúpido muro que me rodea y voy a ir a por todas, porque aunque fracase, al menos el camino seguro que ha merecido la pena.

Comentarios

  1. ¡Espero realmente que no tengas una coraza como dices! Me ha gustado. ¡Un saludo!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias César!! Y no, no tengo una coraza!! jejeje era una metáfora para ilustrar el sentimiento de "contención" que siento a veces cuando estoy con algunas personas! :) Un saludo!!

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  2. Com sempre me encantat, Neus faigues lo que faigues jo sempre estaré al teu costat ;)

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